Coge una cebolla, pártela por la mitad y haz un agujero en el centro, rellénalo con sal y déjalo reposar seis horas. Luego aplica el líquido que suelta con un pincel sobre las durezas de los talones. Verás como tus talones quedarán perfectos.
lunes, 28 de enero de 2008
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